La fallida estrategia antinarco alienta el intervencionismo de EU: PRI y PRD

Calderón, “cómplice silencioso” de la muerte de civiles, afirman diputados de oposición


Rechazan senadores la propuesta de Mac Cain de enviar tropas a la frontera con México

Andrea Becerril, Enrique Méndez, Roberto Garduño y Alma Muñoz



Periódico La Jornada

Miércoles 31 de marzo de 2010, p. 8

El fracaso en la estrategia de seguridad del gobierno de Felipe Calderón estimula las ambiciones intervencionistas de Estados Unidos, afirmaron senadores perredistas. En tanto, diputados de PRD y PT lamentaron que entre los daños colaterales de la lucha contra el crimen organizado esté la muerte de jóvenes y niños.



El senador Tomás Torres, del PRD, manifestó que la falta de autoridad del gobierno calderonista y el fracaso de su política de combate al crimen organizado “alientan las pretensiones intervencionistas de Estados Unidos”.



Sostuvo que la propuesta del senador republicano por Arizona, John MacCain, de enviar militares a la frontera entre ambos países, debe ser rechazada por todos los sectores en México.



Torres solicitó valorar que la violencia provocada por el narcotráfico no ha podido frenarse e instó a Calderón a replantear la estrategia de seguridad que “no funciona”.



La panista Adriana González, secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Senadores, indicó que la propuesta de MacCain “quizá ayude a que se atiendan problemas, como el tráfico ilegal de armas” que pasan por esa zona.



Consideró que el envío de la Guardia Nacional de Estados Unidos a la frontera puede ser parte de una nueva estrategia de cooperación, siempre y cuando no se violen derechos humanos y no se aproveche la presencia de militares contra los migrantes.



El vocero del PRI en el Senado, Carlos Jiménez Macías, consideró que la propuesta del legislador estadunidense es un exceso y una señal de hostilidad, que choca con lo expresado por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, durante su reciente visita de trabajo a México.



En la Cámara de Diputados los grupos parlamentarios de PRD y PT consideraron inaceptables las disculpas y condolencias ofrecidas por el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en nombre del gobierno federal, por los asesinatos de menores de edad víctimas de la guerra del Ejecutivo federal contra el narcotráfico; la más reciente, por la ejecución de diez jóvenes en Durango.

“Los crímenes se explican por la pésima estrategia del gobierno federal y ahora son contra jóvenes y niños. Ya hay hartazgo”, manifestó la vocera del PRD en la Cámara de Diputados, Leticia Quezada Contreras.



Agregó que la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional del Congreso debe “sesionar lo más rápido posible y revisar la pésima estrategia contra el narcotráfico” del gobierno federal.



Con los asesinatos de Durango “Calderón se ha convertido en cómplice silencioso de la muerte de menores de edad y jóvenes en el país. Es una vergüenza que apueste más a combatir el narcotráfico en una guerra de balas a –como hemos planteado– con una política integral de prevención que repare el daño y el tejido social”.



El coordinador del PT, Pedro Vázquez González, sostuvo que Calderón debe ordenar el retiro del Ejército a los cuarteles para replantear la estrategia de seguridad. Dijo que las disculpas ofrecidas por Gómez Mont “carecen de validez, ya que la lucha desigual contra el crimen organizado está cobrando vidas de inocentes”.



El presidente del PRD, Jesús Ortega Martínez, cuestionó que el gobierno federal insista en aplicar una estrategia de combate a la delincuencia organizada cuyos resultados son ejecuciones y ataques contra la sociedad civil.



En un comunicado, criticó que la autoridad federal permita que la delincuencia afecte a la ciudadanía y no detenga a los responsables o evite que estos hechos se repitan. “Hay tozudez del gobierno federal para reconocer que la estrategia contra los grupos delictivos no es efectiva. Las víctimas están resultando jóvenes y niños; la guerra de Calderón ya se trasladó a las escuelas, a los domicilios, a los centros de trabajo y a las familias. Como en las peores guerras, la sociedad civil está siendo vulnerada en sus derechos fundamentales y, lo peor, está siendo asesinada”, afirmó.